domingo, 28 de abril de 2013

El informe integrado: lo que podría haber sido y lo que debería ser


En el artículo anterior comentábamos sobre las características de la propuesta para el informe integrado y concluíamos que representa un gran avance con respecto al actual informe anual que las empresas preparan para sus proveedores de financiamiento, pero que no satisfacía las necesidades del resto de los stakeholders.  Es este artículo analizamos lo que podría haber sido y lo que debería ser.

El lector recordará que en el artículo  ¿Qué integran los informes integrados? destacábamos que la propuesta del informe integrado del International Integrated Reporting Council, IIRC, NO era la integración de informes financieros e informes de sostenibilidad como muchos podrían creer, sino la consideración integral de la información financiera y no financiera, en el contexto en que opera la empresa y su impacto sobre diferentes capitales, y que en este sentido, no obviaba la necesidad del tradicional informe de sostenibilidad.  Información no financiera no se debe tomar como sinónimo de información social y medioambiental (el pionero en informes integrados, África del Sur, en su propuesta sí requiere la integración de información financiera y de sostenibilidad).


Pero ello no obsta para que las empresas incluyan  información sobre los aspectos sociales y medioambientales normalmente incluidos en el informe de sostenibilidad en muchas de las secciones del informe integrado, en particular en los análisis de los riesgos y oportunidades del negocio, del modelo de negocio y la discusión del impacto sobre los seis capitales (financiero, manufacturero, intelectual -que incluye marca y reputación-, humano, social y relacional -con los stakeholders externos- y el capital natural).  La propuesta podría haber sido más incluyente.

Es de esperar que las empresas responsables no se limiten a considerar los riesgos y oportunidades de la operación tradicional.   No obstante, como se he discutido ampliamente, la RSE no es solo gestión de riesgos y/o el aprovechamiento de oportunidades.  Esto sería considerar la sostenibilidad como una estrategia puramente comercial, que si bien es necesaria para el acceso continuado de la empresa a los proveedores de financiamiento (recordemos que estos son los stakeholders del informe integrado), se queda corta como concepción integral de sostenibilidad.  Sería ver la sostenibilidad exclusivamente en términos del business case.  Este enfoque podría llevar a la empresa a subvalorar aspectos de la ética, corrupción, desarrollo comunitario y local, filantropía pura y estratégica y otras actividades con impactos indirectos sobre los seis capitales..

Comentábamos en el artículo anterior como ya algunas empresas han ido más allá de la propuesta y han incluido extensiva información sobre aspectos de sostenibilidad, aunque puede complicar la presentación.  Recordemos el caso de AzkoNobel cuyo informe se extiende por 211 páginas.  Pero esto puede ser inevitable si se quieren satisfacer las necesidades de información de la totalidad de los stakeholders.  Obviamente que habrá que ir a modelos de reporte en base electrónica donde los usuarios puedan extraer y preparar, electrónicamente, informes parciales a medida que respondan a sus necesidades específicas de información.

El informe integrado con su énfasis en una concepción integral y en pensar en cuál es el modelo de negocios también debería conducir a una integración de las estrategias comerciales con las medioambientales y sociales.  El ideal sería que la estrategia y acciones ya estuvieran integradas antes de reportar, pero es de esperar que la preparación del informe lo facilite y que después de varias iteraciones en la preparación del informe la empresa tenga una estrategia unificada y no se considera a la sostenibilidad como algo separado y esté incorporada en todo el informe y todas las actividades.  Sería un gran paso adelante.

Como comentábamos en el artículo Informes de sostenibilidad:  ¿Sirven para algo? el proceso de preparación del informe de sostenibilidad rinde una gran cantidad de beneficios para la coordinación interna y para el desarrollo de estrategias de sostenibilidad.  La concepción de integralidad del informe integrado potencia aún más estos beneficios del reporte y los extiende a la integración y coordinación  de las estrategias de comerciales y de sostenibilidad.

Pero la propuesta pierde una oportunidad de moverse hacia la valoración del cambio en el valor de los seis capitales y se queda en la valoración del capital financiero, si bien en un contexto más amplio que el tradicional.  En particular la propuesta dice que:

….no requiere, y no sería práctico esperarlo, que las organizaciones intentaran cuantificar todos los usos y efectos sobre los capitales.  Muchos de los usos y efectos es mejor (y en algunos casos solo es posible) reportarlos en forma de narrativa en vez de a través de indicadores cuantitativos.

De acuerdo, pero sencillamente dar la excusa para no hacerlo es no apreciar el inmenso impacto que la propuesta tendrá en el mundo de los reportes.  Hubiera sido preferible proponer que se hicieran todos los esfuerzos posibles para la cuantificación y cuando no se pudiera, recurrir a la narrativa.  Debieron haber mostrado la dirección hacia la que cual deben tender estos informes y no solo la realidad actual.  Claro está que esto habría complicado significativamente la propuesta y haberla hecho perder efectividad, pero no debía ignorarse.  Recordemos que la propuesta ignora completamente la inclusión de indicadores de sostenibilidad y en particular el esquema GRI de reportes de sostenibilidad. 

…la Propuesta está basada en principios y se enfoca en reglas de medición o presentación de asuntos específicos o la identificación de indicadores claves.  La alta gerencia y aquellos responsables de la gobernanza necesitan ejercer colectivamente su juicio y determinar cuales sin los aspectos materiales.
                                       
Y esta oportunidad perdida se pone aún más de relieve con la publicación simultánea del informe Natural Capital at Risk: Top 100 externalities of business, donde se analizan muchos casos de valoración del impacto sobre el capital natural de la operación de empresas e industrias.  Uno de los ejemplos dramáticos de la falta de valoración del impacto sobre el capital natural (externalidades, en términos de economía) lo constituye la industria del ganado en América del Sur.  El estudio estima que por cada $1 de ingresos en la producción de ganado, se generan costos ambientales no cubiertos (externalidades) de $18.70, relacionados con el uso de la tierra, del agua y de las emisiones de gases de efecto invernadero.  El Planeta Tierra y las futuras generaciones les dan un subsidio de $18.7 por dólar de ingreso.  ¿Es sostenible?  ¿Dónde se contabiliza?  Claro está que si se hiciera para todas las externalidades muchas empresas e industrias dejarían de ser factibles.  Peor ello no obsta para que se ignore.

Para el caso de una empresa es oportuno recordar el caso de PUMA, empresa de artículos deportivos, que hizo una valoración parcial del impacto de sus actividades sobre el capital natural  y publicó su Estado de Ganancias y Pérdidas Ambientales 2010 donde analiza el costo ambiental de sus actividades, incluyendo su cadena de valor.  Valora el costo de emisiones, uso de la tierra y el agua, contaminación y desechos.  Es un ejercicio muy laudable y el informe es altamente recomendado para entender la problemática que hemos descrito. El costo total de su impacto se estimó en 145 millones de Euros.  También surge la pregunta:  ¿Quien lo pagó?

En otro ejemplo de impacto, esta vez sobre el capital intelectual, es el de INFOSYS en India que evalúa y reporta el aumento del valor del capital humano como consecuencia de la mayor capacidad de generación de ingresos de sus empleados como resultado de su entrenamiento y la experiencia que adquieren en la empresa (la empresa concebida como “Instituto de Desarrollo Humano”).  Natura, empresa brasileña ampliamente conocida, de venta a domicilio de cosméticos, mayormente por mujeres, estima el aumento de valor del empoderamiento de las mujeres al trabajar para la empresa.

Y son ampliamente conocidas las estimaciones que se hacen sobre el valor de los activos intangibles, en particular de la reputación. 

Pero es también ampliamente conocida la posición de la industria de contabilidad y de los reguladores de la actividad comercial y de los mercados financieros.  Solo se contabilizan los activos y pasivos que han sido adquiridos y se hacen a su costo de adquisición o a su valor de mercado.  Para muchos activos y pasivos no hay valor de adquisición ni valor de mercado, por lo que su valor debe ignorarse o presentarse las estimaciones por separado, pero nunca integradas a los estados financieros (ver mi artículo en dos partes Contabilidad y Sostenibilidad: ¿Amigos o enemigos?).  Y parece que así seguirá siendo por un largo tiempo.

Es cierto que la valoración del impacto sobre algunos capitales puede ser muy difícil y costoso hacerlo con la tecnología actual, pero esa debe ser la dirección.  Estos ejemplos demuestran que no es imposible.  A lo mejor se logra en 50 años, pero hay que marcar el camino[i].  Con esta laudable propuesta del IIRC se corre el riesgo de ralentizar los esfuerzos por cuantificar los impactos sobre los capitales sociales y ambientales. 

Después de esta propuesta, que tomará varios lustros en implementarse plenamente, será muy difícil proponer, mientras tanto, propuestas más ambiciosas.   Las empresas no tienen capacidad ilimitada de absorber propuestas de reporte de información   El IIRC ha perdido una oportunidad de oro de liderar el proceso y moverse hacia la valoración de capitales para producir informes realmente integrados.  Aunque el fin sea utópico, la dirección debe ser esa, pero prevaleció el pragmatismo.  Esperemos que no se abandonen por completo los esfuerzos de valorar los cambios en los valores de los capitales sociales y ambientales.  La propuesta debería ser más amplia.

Imaginemos el día en que, mirando el informe integrado, se pueda responder a la pregunta ¿Cuál ha sido el valor de la contribución de la empresa a la sociedad durante este período contable? y no tengamos que hacer malabarismos.

La propuesta de informe integrado, con su gran complejidad  y relativa sofisticación se ha preparado para las grandes empresas con amplios recursos financieros y de gestión.  ¿Es esta discusión relevante para las empresas de menor tamaño y países en vías de desarrollo?


P.D.    ¡!Vergüenza:  El IIRC continúa sin tener un miembro de habla hispana entre sus 50 consejeros[ii]!!




[i] En el capítulo III.8  Etapas en los informes de sostenibilidad: Hacia el informe integrado proponíamos el estado ideal de la información integrada donde se valoran los costos y beneficios ambientales y sociales y se preparaba un Estado Único, cuantitativo, con el valor de todos los capitales.  Por ahora hay esfuerzos por producir un Cuadro Integrado de Indicadores (Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas) donde se reunirían todo tipo de indicadores, incluyendo sociales y medioambientales, a través de la metodología XBRL, aunque no serían valorados en moneda como para ser integrados con los valores financieros.

[ii] Tiene cuatro brasileños.

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