sábado, 18 de junio de 2011

Informes DESintegrados o Integrados: Ingredientes, ensaladas o tortas



En el Diario Responsable del 8 de junio,  John Scade, representante en España de AccountAbility  (que producen los estándares de aseguramiento de informes de sostenibilidad) escribía un interesante artículo titulado “RSE: Informes DESintegrados”, en el que abogada por los informes DESintegrados.  Su principal argumento es que antes de integrar los reportes hay que enfocar esos informes en los grupos de interés y para ello es preferible concentrarse en los informes DESintegrados.  John Scade pregunta:

¿No es más lógico integrar primero la sostenibilidad en la gestión de la organización y luego contarlo? , ¿No sería más correcto responder a las expectativas de los grupos de interés en el momento que surjan sus demandas, que empeñarse en elaborar informes integrados?

A estas preguntas he respondido en una serie de artículos sobre el tema (“Hacia el reporte integrado:  Hay progreso”  y en “Informes integrados: Tortas, no ensaladas”  en www.cumpetere.blogspot.com).  El más reciente escrito es el capítulo III.8 “Etapas en los informes de sostenibilidad: Hacia el informe integrado” en mi libro “Mirada Crítica  a la Responsabilidad Social de la Empresa en Iberoamérica” (disponible en www.cumpetere.com).  En este capítulo identifico  y describo las diferentes etapas por las que pasa la producción de los informes de sostenibilidad:

·         Informes impresos
·         Focalización
·         Integración física
·         Integración estratégica
·         Estado único. 

Uno de los mensajes centrales del capítulo es que la integración de las políticas y las prácticas responsables son fundamentales para la producción de reportes integrados.  Pero no son etapas secuenciales, no hay que terminar una antes de pasar a la otra.  También comento que el proceso de producción de los informes integrados puede ayudar a la empresa a entender la importancia de la integración de las estrategias y acciones y estimularlas.  Son procesos iterativos, que se refuerzan mutuamente, de la misma manera que la producción del reporte contribuye a descubrir las deficiencias en las prácticas responsables en la empresa y a la identificación de las necesidades de los grupos de interés, de las prácticas que se tienen y que se deben tener para atenderlas.  Es la producción del reporte la que muchas veces estimula la producción de políticas, estrategias, cambios institucionales y las prácticas responsables, entre otras[1].  En la producción del reporte se aprende mucho.  Lo mismo sucede con la producción de informes integrados, sobre todo cuando se pasa de la etapa de integración física a la de integración estratégica.

Es cierto, como dice John Scade, que la focalización es una etapa clave.  En teoría debería preceder a la de la integración del reporte, pero en la práctica son etapas simultáneas.  Como menciono en el capítulo del libro, la sinergia entre recopilación y reporte de información y la identificación e implementación de prácticas responsables es elevada y hay que aprovecharas al máximo.

También hay que recordar que entre las empresas que reportan, la gran mayoría está todavía en la etapa de informes impresos y de allí la validez de la recomendación de John de focalizar. Sin embargo, hay empresas que pueden y deben comenzar con el proceso de integración de los informes, lo cual las puede ayudar a integrar las estrategias y hacer que sus prácticas responsables sean parte y resultado de estas estrategias.  Pero no hay que esperar que hayan terminado con la etapa de focalización, ya que se pueden y deben hacer simultáneamente.  Esto lo comentaba en el reciente artículo sobre el informe integrado del BBVA “Informes integrados: Tortas, no ensaladas” (www.cumpetere.blogspot.com/2011/04/informes-integrados-tortas-no-ensaladas.html)

En todo este proceso lo que sí es grave es cuando la producción del reporte se terceriza (outsourced) a consultores externos, donde la empresa actúa mayormente como fuente de información.  En este caso estas sinergias se pierden o no se aprovechan. Los beneficios del aprendizaje del proceso de preparación no se capturan.  El informe debe ser preparado, al máximo posible, por los responsables de las prácticas y en todo caso sólo tercerizar la redacción y diseño gráfico.

Y como puedo intuir que las consultoras en preparación de informes estarán en mi contra, les sugiero que como parte de sus servicios de preparación de los informes, entreguen no sólo el informe y las recomendaciones sobre cómo mejorarlo, sino además sobre cómo mejorar las estrategias y prácticas responsables de las empresas.


[1] Ver también mi entrevista sobre el tema en CompromisoRSE (www.compromisorse.com) publicada a finales de junio.

1 comentario:

Juan Andrés Cano García dijo...

Estoy de acuerdo contigo en que no hay "lugar" por dónde empezar. Creo que los informes son útiles para la gestión, y la gestión integral útil para comunicar los avances en los informes.

Te copio algunos comentarios sobre un curso de informes de GRI que hice. Reflexiono sobre este punto.
http://www.juanandrescano.com/2009/07/comentarios-sobre-un-curso-de-gri.html